sábado, 8 de agosto de 2015

FOUND FOOTAGE (44 RECOMENDACIONES, MÁS O MENOS)

Tengo a bien resucitar mi viejo blog (El Freaknéfilo) con este articulillo que me he tomado el placer de escribir a la fresquita de la noche y mirando al mar desde Estepona. Por cierto, con luna llena en el cielo y cerca de la calle de Paul Naschy.



¿Qué es el “found footage”? Podríamos traducir la expresión como “metraje encontrado”. Es decir, un producto audiovisual hallado, que supuestamente había sido extraviado, tal y como es el caso de uno de los títulos seminales de esta tendencia: HOLOCAUSTO CANÍBAL (Ruggero Deodato, 1981). La definición nos lleva a especular con la posibilidad de que ese metraje no es una ficción cinematográfica (así las cosas, imaginémonos el trabajo de un reportero de guerra muerto en combate), si bien la realidad es muy diferente, tal y como es el caso del título anteriormente citado, que, en cierta forma, establece los pilares básicos de este peculiar género de ficción. La película de Deodato tuvo problemas judiciales, teniendo que demostrar su director la perfecta salud de los intérpretes (quienes, por contrato, debían incluso de permanecer en el anonimato durante una temporada). En España, el escándalo fue servido por un mítico reportaje en la revista Interviú. Yo mismo recuerdo que mi padre llegó a casa espeluznado, tras visionar la película en el cine (¿pudiera ser el Eliseos?), prohibiéndome su alquiler en video cuando fue lanzada la película en Betamax y VHS (hoy ostento en mi colección una buena cantidad de copias de este clásico del cine, así como una maravillosa fotografía junto al director Ruggero Deodato, con quien, gracias a mis conocimientos de italiano, estuve charlando brevemente en un memorable festival de Sitges). Ahora bien, ¿el “found footage” debe ir ligado al horror? Esta es una buena pregunta. El hecho de que el metraje haya sido perdido suele deberse a que su grabación ha sido realizada en situaciones extremas (disimuladas, obviamente, futo de la ficción), tal y como, por ejemplo, ocurre en la muy reciente AREA 51 (Oren Pelli, 2015), última propuesta del creador de una de las señas de identidad del género, la magistral PARANORMAL ACTIVITY (Oren Pelli, 2007). Si examinamos el género, seleccionando diferentes películas, de diferentes directores, nacionalidades y presupuestos, observaremos que, en efecto, lo atípico (en sus diferentes vertientes) aparece en todas las propuestas: NOROI (Koji Shiraishi, 2005), REC (Jaume Balagueró y Paco Plaza, 2007), REDACTED (Brian de Palma, 2007), CLOVERFIELD (Matt Reeves, 2008)…, por citar algunos ejemplos.



¿”Found footage” o falso documental? Me era necesaria esta pregunta antes de seguir avanzando para tratar de aclarar algunos aspectos. El documental implica un deseo de dejar constancia de algo que se pretende examinar. El trabajo profesional llevará incluso una planificación previa, más o menos larga. Sin embargo, el “found footage” es el resultado de algo mucho más inesperado, improvisado. El cineasta debe ajustarse a una realidad que se le impone. Su trabajo de cámara es el resultado obtenido tras su lucha con esa circunstancia a la que intenta sobrevivir. En este sentido, nos interesa mucho REC (uno de los títulos que más han popularizado el género y que mejor han empleado sus recursos), pues sería el ejemplo perfecto de un documental pervertido por una realidad inesperada. Pero también nos interesa en el sentido en el que su inicio forma parte de un plan ficcional previo, es decir, escapa a los parámetros del verdadero documental, puesto que toda la película es una ficción cinematográfica meditada y plasmada en un guión al uso. Un falso documental. Ello nos lleva a hablar de la existencia de trabajos cinematográficos relacionados con el “found footage”, pero no pertenecientes al mismo. Desde los orígenes del cine (TODA LA VERDAD SOBRE EL POLO NORTE data de 1909) algunos cineastas han jugado con la posibilidad de hacer pasar por verídico aquello que no lo era (late en el fondo el mismo deseo que en el “found footage”). Cineastas de la talla de Orson Welles o Woody Allen han llevado a cabo célebres propuestas, tal y como es el caso de F FOR FAKE (Welles, 1973) y ZELIG (Allen, 1983). Otros, más oscuros, han llevado a cabo bromas de cierto mal gusto, tal que la famosa autopsia perpetrada a un alienígena. ¿Qué hay de verdadero y de falso en cada uno de los muchos documentales que podemos disfrutar a través de los numerosos canales de difusión? En un medio tan tramposo como el audiovisual, nadie está a salvo de la rumorología y la leyenda. Desde Jacques Cousteau a National Geografic pasando por nuestro querido Rodríguez de la Fuente, el fraude puede estar a la vuelta de la esquina, o del plano.

Pero, todo esto era, simplemente, para advertir de que aquí escribiré acerca del “found footage”, dejando a un lado el falso documental (aunque tengan obvias concomitancias y lo uno nos lleve a lo otro). Quien quiera investigar más al respecto puede recurrir a un interesante librito titulado IMÁGENES PARA LA SOSPECHA, obra de varios autores.

Dejo en esta ocasión también a un lado toda esa carga de morbo (más o menos gratuito) que liga el “found footage” con las legendarias “snuff-movies” (ya me cansé de dar cuenta del asunto en algún que otro programilla televisivo).

¿Qué debo ver? Y llegamos a uno de los puntos clave de este articulillo. Imaginémonos a uno de esos chavales curiosos, a los que les está empezando a gustar el cine un montón y que, además, cuenta con un ordenador más o menos decente para navegar a alta velocidad. El chaval en cuestión (o la chavala) ha visto, por ejemplo, ENCUENTROS PARANORMALES (en su casa, en su cuarto, por la noche…, bueno, o en la peña con los amiguetes) y ha “flipado en colores”. ¡Quiere más! Pues bien, voy a establecer una lista de títulos “found footage” que yo he visto. Antes, voy a aclarar una cosa. Como degustador compulsivo de cine de terror (y de otros géneros) mi memoria puede fallar. Tened en cuenta que puedo ver seis películas de tirón (si empezáis a hacer multiplicaciones…). Así las cosas, lo que sigue es una lista donde está todo revuelto. Lo bueno y lo malo. Algunas películas como REC las recuerdo, obviamente, muy bien; otras como HAUNTED CHANGI no tan bien. La idea no es hacer una lista con las mismas películas de siempre, sino una lista donde encontréis eso y mucho más, pues seguro que muchos de los que estáis leyendo esto habréis visto la mayoría. Lamentablemente, de algunas películas que he visto no logro recordar el título, así que esas quedan en el tintero. Bueno, allá va:

HOLOCAUSTO CANÍBAL (Ruggero Deodato, 1981): seminal y mítica. Visionaria e inspiradora. Un clásico.



OCURRIÓ CERCA DE SU CASA (Rémy Belvaux, André Bonzel, Benoit Poelvoordee, 1992): antes de la bruja de Blair llegó este escalofriante trabajo audiovisual acerca de las andanzas de un frío asesino en serie. Un clásico no apto para todos los públicos.

THE BLAIR WITCH PROJECT (Daniel Myrick y Eduardo Sánchez, 1999): el mismo año en el que se estrenaban THE MATRIX y STAR WARS EPISODIO I, una película de bajísimo presupuesto se imponía en taquilla y originaba un fenómeno a escala mundial. Yo era un chaval que corrió al cine y salió pensando que le habían tomado el pelo. En aquella sesión hubo de todo menos terror: abucheos, risas y bromas… En las taquillas de los ya desaparecidos Cines Augusta la gente pedía incluso que se le devolviera el dinero. Sin embargo, la crítica no ha dejado de decir que THE BLAIR WITCH PROJECT es una obra maestra. Juzgad por vosotros mismos. Yo me reservo la opinión.

THE ST. FRANCISVILLE EXPERIMENT (Ted Nicolau, 2000): heredera directa de THE BLAIR WITCH PROJECT aunque muy poco conocida. Una pequeña joya a descubrir. Siempre recordaré la noche de tormenta en la que la vi en mi casa, a solas. ¡Ay!



MUERTE DE UNA CAZAFANTASMAS (Sean Tretta, 2007): quizás peque de larga (cerca de dos horas, si mal no recuerdo). La vi hace años y me gustó y me dio cierto miedo. Pero no os puedo decir mucho más.

EL DIARIO DE LOS MUERTOS (George A. Romero, 2007): dejamos a un lado los fenómenos paranormales, que tanto juego han dado y, entre plato y plato, nos tomamos una tajada de carne servida por el rey de los zombis modernos, don George Romero, quien decidió cambiar de estilo audiovisual para servir un logrado “found footage”.
REC (Jaume Balagueró y Paco Plaza, 2007): estrenada en el mejor Sitges que recuerdo. Memorable sesión. Entonces nadie sabía de qué iba aquello. En esa sesión fue donde se grabó el famoso anuncio con las reacciones del público. Ovación cerrada. Clásico inmediato. Posiblemente, una de las mejores películas del cine de terror. Posiblemente.

PARANORMAL ACTIVITY (Oren Pelli, 2007): mi amigo Josemi no tenía demasiada fe en esta propuesta anunciada tímidamente en un cartelillo en el Sitges 2007 (de nuevo, el mejor año de los últimos diez). Lo convencí. Ovación cerrada. Clásico inmediato. Así como de REC no recomiendo las demás (excepto la segunda), de PARANORMAL ACTIVITY podéis ver todas. Yo soy fan de la saga; me encanta, sobre todo, la tercera parte.



CLOVERFIELD (Matt Reeves, 2008): y llegó Hollywood y tuvo que hacer el “super found footage”; el GODZILLA  a lo cámara en mano, con el “pesadico” del J.J. Abrams de por medio. A pesar de todo, me encanta esta película. Vedla si no lo habéis hecho.

PARANORMAL ENTITY (Shane Van Dyke, 2009): a ésta la recuerdo como un plagio descarado de la película de Oren Pelli. Un pequeño bodrio del género. Ya el título se las trae.

ENCUENTROS EN LA CUARTA FASE (Olatunde Osunsanmi, 2009): más cerca del falso documental que del “found footage”. Pero la incluyo, pues es una de las pocas que pudieron disfrutarse en cine, y es lo suficientemente perturbadora, extraña y bizarra.

PARANORMAL ACTIVITY: TOKIO NIGHT (Toshikazu Nagae, 2010): esta la incluyo porque es una rareza. El PARANORMAL ACTVITY menos conocido. Ambientando en Japón. No sé si pertenece a la saga oficial pero en su momento me hizo pasar un buen-mal rato. Para curiosos y completistas.

8212. GACY HOUSE (Anthony Fankhauser, 2010): el tristemente célebre John Wayne Gacy (uno de los más despiadados asesinos en serie de la historia de Norteamérica) sirvió de base para esta película que sigue los pasos de MUERTE DE UNA CAZAFANTASMAS. No la recuerdo como mala. Más bien de las más inquietantes, extrañas y perturbadoras. Quizás se deba a que juega con algo demasiado desagradable.

TROLLHUNTER (André Ovredal, 2010): uno de los más originales y mejor resueltos “found footage”. Las escenas con las bestias gigantes pertenecen por derecho propio a cualquier antología del género que se precie. Nada que envidiar a CLOVERFIELD.

EL ÚLTIMO EXORCISMO (Daniel Stamm, 2010): menos fortuna tenían los exorcismos en esta esperada y algo decepcionante película.

ATROCIOUS (Fernando Barreda, 2010): otro “found footage” de los que te mantendrá en vilo. La atmósfera, poco a poco, se va perturbando, hasta, si mal no recuerdo, llegar a un final de los que dan “mal rollo”.

HAUNTED CHANGI (Tony Kern, Andrew Lau, 2010): otra película para pasar un ratico antes de irse a dormir. En esta ocasión la manida premisa de edificio maldito. Un hospital. Mucho más logradas, al respecto, las dos partes de GRAVE ENCOUNTERS, pero esta tiene ese toque oriental que a muchos os (nos) gusta.

APOLO 18 (Gonzalo López-Gallego, 2011): ¿Qué tendrá la luna? El tema me interesa. Todo lo que tenga que ver con el espacio, el universo y sus misterios me atrae bastante, aunque reconozco que de lo que escribe Stephen Hawking entiendo tan solo el 50%. Más fácil lo que nos cuenta el bueno de López Gallego en esta película de terror lunar. Quizás sea una respuesta al enigma del no retorno del hombre a la luna.

THE TUNNEL (Carlo Ledesma, 2011): posiblemente, una de las películas por las que merezca la pena que esté escribiendo este texto. Es de las menos conocidas y de las mejores. Recuerdo que la vi una mañana y me hizo pasar un rato tenso, entretenido, espeluznante. Genial.



THE AMITIVYLLE HAUNTING (Geoff Meed, 2011): como no podía ser de otra manera, la más legendaria de las casas encantadas debía tener su propio “found footage”. No estaba tan mal.

EMERGO (Carles Torrens, 2011): con Rodrigo Cortés de guionista. Uno de los más terroríficos “found footages” a los que este humilde servidor se ha enfrentado. ¡Madre, qué sustos! No os la perdáis.

SILENT HOUSE (Chris Hentis y Laura Lau, 2011): asombrosa película rodada en un plano secuencia. El problema es que no recuerdo si era “found foutage” o no. Pero es un peliculón, y creo que no me equivoco al incluirla. Además, creo que acaba de ser editada en nuestro país.

DESAPARECIDOS (David Schurmann, 2011): “found footage” ambientado en una selva. Turistas que son secuestrados (no me acuerdo bien ni por qué ni por quién). Pero sí me acuerdo de que es un rollazo.

EVIDENCE (Howie Askins, 2011): y otra de mis preferidas. Recuerdo verla una tarde, precisamente desde donde estoy escribiendo este articulillo. Me lo pasé pipa. Suspense, terror y explosivo final. Sí, ésta es otra por las que merece la pena hacer esa lista. ¡Ojo! Pues creo que existe otra de idéntico título y que no es tan buena.



ÁREA 407 (Dale Fabrigar y Everette Wallin, 2012): una entretenida película ambientada en áreas prohibidas (en esta ocasión no es la 51) donde acecha el terror. Si no me equivoco, en esta ocasión el terror tenía forma de dinosaurio.

GRAVE ENCOUNTERS (The Vicious Brothers, 2012): un show. Suspense, miedo, sustos. De las mejores. Para ver en Halloween.

GRAVE ENCOUNTERS 2 (The Vicious Brothers, 2012): y los fans queríamos más. Pues más de lo mismo. La traca.

CHRONICLE (Josh Trank, 2012): una de las más originales películas de superhéroes (con el permiso de EL PROTEGIDO de Shyamalan) jamás filmada. No os la perdáis.

THE DEVIL INSIDE (William Brent Bell, 2012): y la cosa, de nuevo, va de exorcismos. A pesar de que tengo amigos que son buenos conocedores del género y que la denostan, a mí es de las que más me gustan. Recuerdo que me sorprendió y me hizo pasar un mal-buen rato (será que me hago viejo).

ENTITY (Steve Stones, 2012): problemas de memoria. A lo mejor me equivoco, pero la recuerdo mala, aburrida.

CHRONICLES OF CHERNOBYL (Oren Peli, 2012): desde mi puno de vista, una de las obras maestras de género, de nuevo servida por Oren Peli, el creador de PARANORMAL ACTIVITY. Altamente recomendable.

VHS (Varios Autores, 2012): colección de cortos, unidos por una curiosa trama, rodados con el estilo “found footage”. Un “tour de force” que ha alcanzado la condición de obra de culto por méritos propios. Vedla.

THE JUNGLE (Andrew Traucki, 2013): recuerdo perfectamente la mañana en la que, con mi amigo Jaime, nos fuimos al Auditori de Sitges a ver este monumental rollo de ambiente selvático. Nos quedamos espeluznados… de risa.



VHS 2(Varios Autores, 2013): tan popular o más que su predecesora. Merece ser vista por sus pasajes brutales. Gore y diversión a raudales. Muy buena.

FRANKESTEIN’S ARMY (Richard Raaphorst, 2013): un tebeo delirante. Soldados contra experimentos nazis monstruosos en un “found footage” que usa la guerra mundial como premisa para el desparrame total. Está majica.

THE SACRAMENT (Ti West, 2013): “found footage” ambientado en una secta religiosa. Es algo diferente. Es un rollete.

THE DYATLOV PASS INCIDENT (Renny Harlin, 2013): pues sí, el señor Harlin facturó un “found footage” inspirado en el conocido misterio del paso de Dyatlov. Ya sabéis que Harlin lleva sin levantar cabeza desde… Curiosamente, ésta es de sus mejores películas.

SX TAPE (Bernard Rose, 2013): curioso “found foutage”. Mezcla (que no termina de funcionar) entre el terror y el (¡atención!) porno. Una rareza.

WER (Wiliam Brent Bell, 2013): una de las mejores películas acerca de la licantropía que yo he visto. La incluyo por si no la conocéis, si bien no recuerdo si era o no un “found foutage”. Pensad que el estilo cámara en mano confunde en ocasiones, tras el visionado de tantas películas. Pero ésta os va a gustar, y mucho.

EXISTS (Eduardo Sánchez, 2014): uno de los creadores de THE BLAIR WITCH PROJECT vuelve al terreno del “found fotage” para disipar el misterio del big foot. Está bastante bien la cosa. Para pasar el rato.

THE TAKING OF DEBORAH LOGAN (Adam Robitel, 2014): y otra reciente propuesta. Lo que comienza como una investigación acerca de la enfermedad de una pobre mujercilla acaba… ¡Madre mía como acaba!

ASÍ EN LA TIERRA COMO EN EL INFIERNO (John Erick Dowdle, 2014): una de las pocas que se han podido ver en cine (y recientemente). La disfruté en los Aragonia. Bajé a través de una de sus pantallas a las catacumbas de París. Y lo que encontré allí… Por cierto, no entendí bien el final.

UNFRIENDED (Levan Gabriadze, 2014): para mí otro de los títulos importantes, a tener en cuenta por su originalidad. Hay quienes hablan de un género nuevo, que se va apartando del “found foutage”. Es posible.

ÁREA 51 (Oren Peli, 2015): lo último de Oren Peli. Está bien, pero no es tan bueno como lo anterior.

¿A qué obedece el fenómeno? Pienso que tiene que ver con la facilidad que hoy en día todos tenemos para hacer una película y distribuirla a través de la Red de Redes. Además, hoy por hoy, una película como EN BUSCA DEL ARCA PERDIDA ya no se grabaría con las cámaras, objetivos, grúas y demás parafernalia (heavy metal) dado que la tecnología ha avanzado y lo digital se ha impuesto (light metal). Hoy por hoy, se graba en alta definición con cámaras ligeras, que se manejan con una mano y que dan una estabilidad perfecta. Anteriormente, la distancia entre los formatos profesionales y los domésticos era mucho mayor, hoy el camino se ha reducido, y mi vecino, por poner un ejemplo, puede tener, por poco dinero, un equipo con el que grabar y editar en 4K. Al respecto, en más de una ocasión ha resaltado un cineasta de la talla de Francis Ford Coppola las virtudes de la tecnología actual (posiblemente, si hubiera podido grabar APOCALYPSE NOW con la tecnología de hoy, no se hubiera arruinado). Otros creadores, como nuestros José Luis García Sánchez o Pedro Almodóvar, también se han manifestado hablando de la suerte que los jóvenes cineastas actuales tienen. Hacer una película cuando ellos facturaron sus primeros largometrajes era muchísimo más laborioso y costoso que hoy en día. ¿Qué hubieran hecho cineastas consagrados si hace cuarenta años hubiera existido la alta definición y los programas de edición e Internet? Pensad, por ejemplo, en el alarde técnico (y en la calidad audiovisual original) que demuestran películas pertenecientes a una misma saga, aunque distantes en el tiempo, como los célebres episodios de la más famosa saga galáctica. A pesar de todo lo que se le ha denostado, a mí me parece que George Lucas, con un juguete nuevo, es mucho Lucas (y espero que ningún fan me agreda por ello, e incluso sería deseable que se comenzara un proceso de dignificación de los tres primeros episodios de Star Wars; aunque ahora todo el mundo parece estar loco y ciego con tan solo el par de minutos que se han visto de lo que ha hecho J.J. Abrams y Disney). Otro ejemplo, que, por fortuna, ha tenido mejor suerte, el nuevo MAD MAX de Miller. ¿Qué hubiera hecho Miller a finales de los 70 con la tecnología actual y Mel Gibson sin arrugas?



Al cine, en su búsqueda de nuevas propuestas y cauces de expresión, le ha dado por alimentarse de las libérrimas propuestas que la “gente corriente” ha distribuido a través de canales tan populares como YouTube. El “found footage” es hijo de su tiempo, una interesante mezcla entre un uso primitivo del lenguaje audiovisual (ese amigo que grabó nuestra boda con tembloroso pulso, horrendos zooms, vertiginosos giros, así como olvidando, de vez en cuando, apagar la cámara) y las más actuales tecnologías. Una respuesta coherente y natural a las antidogmáticas propuestas que hizo Lars von Trier, en su línea visionaria, en su Dogma 95 (tan solo cuatro años antes de THE BLAIR WITCH PROJECT). Si, tal que yo, sois curiosos, en YouTube encontraréis los mejores “found footage”, pequeñas piezas maestras que la gente cuelga por gastar una broma, algunas, tan logradas como espeluznantes. No en vano, una de estas genialidades anónimas (su título, si mal no recuerdo, es FALLEN ANGEL) inspiró la creación de REC.

Dicho lo cual, ya tenéis sugerencias para curiosear. Espero que os haya gustado.


  

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