domingo, 27 de marzo de 2011

Piraña 3D


Y comenzamos hincándole el diente a una película que hacía meses había despertado mi voraz y sanguinario apetito. Piraña 3D. ¡Pero qué tomadura de pelo! ¿Acaso he visto yo una película diferente de la que ya hacía meses se había exhibido en medio mundo? La crítica americana echaba fuego (que si apoteosis del "gore", que si Alexander Aja había conseguido una violencia tan explícita que la gente huía de las salas) y algún amiguete mío, que había huído a París a ver la dichosa peli (como en los viejos tiempos), me había corroborado el suntuoso espectáculo. ¿Estaré yo loco?


Vamos a ver, vamos a ver... Yo he seguido al señor Alexander Aja desde los tiempos de la poderosa Alta tensión (no confundir con el homónimo título de la saga de James Bond) y, desde mi punto de vista, con el espetacular "remake" de Las colinas tienen ojos se instituyó en uno de los valores más interesantes del cine de género actual. Pero todos metemos la pata y, a mi gusto, Mirrors (que era otro "remake") dejaba mucho que desear; aunque me pareció más digna que este telefilme en relieve (otro "remake", por cierto, y van...) tan barato como aburrido. ¿Es posible que esperara yo tanto que me quedara con las ganas? Durante toda la proyección estuve con esa sensación de "ahora vendrá lo bueno", "ahora vendrá lo bueno", "ahora vendrá lo bueno" y, de repente, zas, fin de la pelicula. ¡Menuda estafa! Y no entremos en consideraciones relativas ni a la calidad del guión (directamente infame) ni a la dirección de Aja (que me pareció muy poco inspirado). Pero, ¿qué le pasa a este hombre? ¿De verdad que es el mismo de Las colinas tienen ojos? Pero, ¿y qué os pasa a todos los que habéis dicho lo que habéis dicho de la película?

No hay comentarios:

Publicar un comentario